Duración total: 20-25 minutos
Objetivo: Cultivar estabilidad y calma interior, utilizando la metáfora de la montaña como símbolo de fortaleza y serenidad frente a las adversidades.
Preparación Inicial (3 minutos)
- Encuentra tu postura:
- Siéntate cómodamente con la espalda recta, ya sea en una silla o sobre un cojín, o incluso de pie si lo prefieres.
- Descansa las manos sobre tus rodillas o en el regazo, con las palmas hacia arriba o hacia abajo.
- Respiración inicial:
- Cierra los ojos y respira profundamente tres veces.
- Al inhalar, siente cómo tu cuerpo se llena de calma, y al exhalar, deja ir cualquier tensión o preocupación.
Visualización: Convirtiéndote en la Montaña (10 minutos)
- Imagina una montaña:
- Visualiza una montaña majestuosa frente a ti. Observa sus detalles: su base sólida, sus laderas firmes y su cima que se eleva hacia el cielo.
- Nota cómo, sin importar el clima o las estaciones, la montaña permanece inmutable y estable.
- Conviértete en la montaña:
- Visualiza que tu cuerpo comienza a fusionarse con la montaña. Tu base se convierte en su base, fuerte y anclada en la tierra.
- Tus brazos son las laderas y tu cabeza es la cima que toca el cielo.
- Siente la estabilidad:
- Imagina que, como la montaña, nada puede perturbarte. Los vientos fuertes pueden soplar, las lluvias caer y las estaciones cambiar, pero tú permaneces firme y sereno.
- Repite mentalmente: “Soy estable. Soy fuerte. Soy inmutable.”
Explorando la Serenidad Interior (8 minutos)
- Observa tu entorno interno:
- Siente cómo tu respiración fluye de manera constante, como el aire que rodea la montaña.
- Nota si hay pensamientos o emociones presentes, pero visualízalos como nubes pasajeras alrededor de tu cima.
- Aceptación sin juicio:
- Permite que cualquier sentimiento o pensamiento surja y pase sin tratar de retenerlo ni rechazarlo.
- Repite internamente: “Todo lo que pasa, pasa. Yo permanezco en calma.”
- Conecta con tu fortaleza:
- Siente cómo, como la montaña, posees una fuerza interior que te permite afrontar cualquier circunstancia con serenidad.
Cierre y Reflexión (4 minutos)
- Regresa al presente:
- Suavemente comienza a moverte, tomando conciencia de tu cuerpo físico. Siente el peso de tu cuerpo sobre el asiento o el suelo.
- Abre lentamente los ojos y observa tu entorno con una nueva perspectiva de calma y estabilidad.
- Agradece:
- Dedica unos momentos para agradecerte por este tiempo de autocuidado y conexión contigo mismo.
- Intención final:
- Repite internamente: “Llevo esta calma y fortaleza conmigo, en todo momento y lugar.”